De casting...

Hace unos días me llamaron para que trabajara este viernes cinco horas haciendo cámara en un “casting” para una película, el cual acepté ya que me interesaba conocer como era ese ambiente.

Luego de la explicación de lo que tenía que hacer (muy sencillo en realidad) esperamos a que llegaran las personas.

Yo siempre había pensado que esos programas como “American Idol” o su versión latinoamericana le pagaban a la gente para que hiciera el ridículo, pero ¡no! La gente lo hace de gratis.

Descubrí que no me contrataron para hacer cámara, sino para aguantar la risa. Yo se que estoy haciendo mal en reírme de la gente, pero es inevitable. Lo feo es que la gente llega con la esperanza de que ese es su día y que en realidad son lo mejor para el papel de la película. Su ilusión es tan grande que hasta les ves el brillo en sus ojos y algunos hasta suplican que los tomen en cuenta, que ellos sienten que ese es su momento, una señora que se pasaba por 30 años el limite de edad se ofreció a trabajar de gratis.

Algunos hacían el ridículo tan solo al decir su nombre… fatal… luego cuando tenían que hacer una pequeña presentación de minuto y medio, ya fuera cantar, bailar, hacer un monólogo o algún papel reciente si tenían experiencia, era rajado lo que se les ocurría hacer. Primero a una se le ocurrió que era modelo de pasarela, otra se creía la mejor actriz dramática, otro se creía Bryan Adams… y estos son solo los que me acuerdo.

Yo tenía que respirar profundo para no explotar de la risa y en realidad me sentía muy mal porque sabía que ellos estaban tratando de hacer lo mejor que podían pero era inevitable esconderme detrás de la batería de la cámara para que no me vieran los cachetes inflados a punto de explotar…

En ocasiones ese minuto y medio de presentación se me hacían eternos. También noté que las personas agarran confianza a los 20 segundos de presentación y cuando se montan en el “papel” cuesta mucho pararlos porque están totalmente inspirados.

En fin la experiencia fue entretenida y nueva para mi persona y aunque no lo crean me sentía un poco mal por quererme reír de la ilusión de las personas, pero es inevitable.

Por cierto, el día de hoy este blog está cumpliendo ¡cinco años! jamás pensé que fuera a durar tanto en esto.