Gabo, en su tercera temporada

Buenas buenas, regresé por acá. La semana pasada había pasado un poco enfermo y mis ganas de escribir no han sido muchas.

Entre las cosas que me han sucedido es que fu a una entrevista de trabajo para un proyecto hidroeléctrico en San Pablo de León Cortes, y al parecer pagan bien, pero queda bastante lejos, pero en una zona muy bella del país.

En teoría hoy avisan a las personas que fueron a la entrevista para decir quien fue el seleccionado.

Entre otros cosas es que ayer mi sobrino Gabo cumplió ¡tres años! es increíble, ya ha pasado tanto tiempo y creo que es estupendo ser tío, me encanta serlo.

Ahora anda como loco el Gabo ya que le regalaron un montón de regalos, y ahora mi casa estará llena de juguetes de niños (aún más), algo muy divertido.

Además ayer entré al curso de “Realización” en el INA y decidí producir una adaptación del cuento “La bruja” de Carlos Salazar Herrera que viene en el libro de “Cuentos de Angustias y Paisajes”.

Esta adaptación será muy contemporánea. Ya tengo las actrices gracias a mi amigo Diego y su grupo de teatro Palíndromos.

Ahí tengo planes con una gente para empezar a producir “Cuentos de Angustias y Paisajes” dándole un “toque” mas contemporáneo y no tan tradicional como han hecho la mayoría de las veces.

Nube negra
Joaquín Sabina

Cuando busco el verano en un sueño vacío,
cuando te quema el frío si me coges la mano,
cuando la luz cansada tiene sombras de ayer,
cuando el amanecer es otra noche helada,
cuando juego mi muerte al verso que no escribo,
cuando sólo recibo noticias de la muerte,
cuando corta la espada de lo que ya no existe,
cuando deshojo el triste racimo de la nada.

Sólo puedo pedirte que me esperes
al otro lado de la nube negra,
allá donde no quedan mercaderes
que venden soledades de ginebra.

Al otro lado de los pagones,
al otro lado de la luna en quiebra,
allá donde se escriben las canciones
con humo blanco de la nube negra.

Cuando siento piedad por sentir lo que siento,
cuando no sopla el viento en ninguna ciudad,
cuando ya no se ama ni lo que se celebra,
cuando la nube negra se acomoda en mi cama,
cuando despierto y voto por el miedo de hoy,
cuando soy lo que soy en un espejo roto,
cuando cierro la casa porque me siento herido,
cuando es tiempo perdido preguntarme qué pasa.

Sólo puedo pedirte que me esperes
al otro lado de la nube negra,
allá donde no quedan mercaderes
que venden soledades de ginebra.

Al otro lado de los pagones,
al otro lado de la luna en quiebra,
allá donde se escriben las canciones
con humo blanco de la nube negra.