Fin del viaje a Perú

Acá estoy de nuevo… prácticamente a un mes de haber regresado y apenas voy terminando la historia del viaje.

Simplemente me faltaba Lima… el cual era un sitio súper extraño… pero extraño a lo que yo estoy acostumbrado.

El taxi iba por su rumbo y nunca se dejaba de ver construcciones… casas, edificios, centros comerciales, etc… era un mar interminable de construcciones. Lo más extraño que me llamó la atención era que prácticamente el 90% de las casas estaban sin terminar de construir y sin pintar… prácticamente todas eran color marrón del ladrillo; hasta los ladrillos eran diferentes que los de acá.

En fin, eso me llamó mucho la atención. Además de que todo era ¡tan plano! Me hacía falta pasar puentes, subir cuestas y ver huecos, porque eso si, las calles estaban muy bonitas, nada que ver con las de acá en ticolandia.

No se… como explicarlo, creo que mientras pasaba por todas esas casas me sentía como si fuera un Hatillo eterno… era como la sensación de estar en Hatillo todo el rato y nunca salir, pero ahí es donde viene del contraste tan marcado que noté.

Iba rumbo al centro de Lima y el taxi subió por una calle y el panorama cambió de una forma ¡radical! De construcciones sin pintar y sin terminar de construir, a edificios coloniales increíbles, era como pasar calles de calles con edificio estilo el Melico, Teatro Nacional y Correo, solo que 100 veces más geniales jaja, bueno, no tanto, pero si me encantaron.

Era un contraste increíble, como si una calle dividiera todo. Pasar de un lugar que no me parecía tan bonito, con basura, construcciones horribles, a un lugar que era totalmente lo contrario.

Tan solo llegamos a la Plaza de San Martín y yo volvía a ver para todo lado y no sabía a que tomarle foto, todo me parecía tan nuevo, tan bonito, era tan loco no estar acostumbrado a ver tanto edificio barroco o neoclásico, tanto de la colonia como de la república.

Caminamos y uno encontraba construcciones loquísimas en cada calle y llegamos adonde estaba el edificio de gobierno, la catedral y el club Unión (que feo jaja) y súper bonito. Lo loco es que por primera vez en mi vida ¡vi militares! En realidad no es que me emocione mucho verlos, pero bueno, fue la primera vez que vi uno en mi vida.

También algo que me sorprendió fue ver a todos los policías con armas de alto calibre, ahí no es como acá con pistolitas, sino con chunches enormes.


En realidad no hay comparación cono San José, es mucho más bonita Lima (al menos que todo San José fuera estilo Barrio Amón jaja) pero desde las aceras, hasta las calles y los edificios eran bonitos.

Me hubiera gustado quedarme más tiempo, pero el día siguiente tenía que viajar rumbo a mi país.

Fui una iglesia donde nos dieron un tour loquísimo, era increíble como los Incas combinaban sus creencias con el cristianismo y como los españoles hacía todo lo necesario por hacer creer en lo que los españoles creían correcto.

Ver la biblioteca antigua de la catedral fue simplemente genial, ese olor a libro viejo… perdón… recontraviejo era maravilloso, escuchar al guía en la historia de cada lugar era tan interesante, pero lo máximo fue la catacumbas, ese olor a húmedo-muerto tierra-viejo era único.

Otra cosa que me sorprendió fue la gran cantidad de autos viejos, y la gran cantidad de medios de transporte como lo eran las combis, buses, mototaxis, taxis, etc… las combis son microbuses donde meten hasta donde puedan de gente y son super viejos al igual que los buses, su gran mayoría eran como los que habían antes en San Pedro o algunos que quedan en Sabana-cementerio como el famosos “Picapiedra” y la mayoría de los taxis son un auto modelo “Tico” así que habían muuuchos “ticos” en Lima jaja, pero bueno, todos eran viejos y feos, pero bueno, a diferencia de acá, eran súper baratos, tranquilamente uno puede coger taxi siempre y no tienen la famosa “maría” sino que uno negocia con el taxista sobre cuanto le cobra.

Hablaba con el taxista que me preguntaba si en Costa Rica se usaba en los taxis un taxímetro y me contó que ahí tener placa de taxi era muy fácil.

Bueno, en realidad es genial conocer lugares nuevos, y sencillamente este viaje jamás lo olvidaré.

Por el momento es todo lo que recuerdo y ya están enterados de mi primera experiencia de turismo internacional.