15.3.02

Y Mariana quiere ser canción

Estoy feliz, porque hoy veo a una persona súper tuanis... que me ha dejado con la boca abierta... jejejeje, esto me emociona...

Hice un quiz sobre mí, por si desean entrar, esta vasilón, lo linkee donde dice ¿Que sabes de mi? está vasilón.

Me tengo un hambre y se me antoja una ensalada de frutas, espero poder ir ahora a comprármela... está haciendo un calor, y acaba de terminar de hacer una feliz tarea de economía que es para mañana, además tengo que hacer un resumen de mi ensayo de discriminación de la mujer a través del lenguaje, para presentarlo mañana, voy a ver si lo publico por acá el resumen...

En fin, estoy tuanis, ahora escuchando Silvio Rodríguez.

Me llego algo al correo que me dio mucha gracia...

Lancelot era un alto funcionario de la corte del Rey Arturo. Hacía ya algún tiempo, él nutría un deseo de chupar los voluptuosos senos de la Reina hasta extasiarse. Un día le reveló su deseo secreto a Merlín, el consejero del Rey, y le pidió que lo ayudara. Después de pensarlo bien, Merlín estuvo de acuerdo en ayudarlo a cambio de mil monedas de oro. Lancelot aceptó el precio. Al día siguiente, Merlín preparó un líquido que causaba comezón y lo derramó en el sostén de la Reina, que había dejado fuera mientras se bañaba. Poco después comenzó la comezón en sus senos, aumentando en intensidad a medida que pasaban las horas, dejando al Rey muy preocupado.

Enseguida llamaron a Merlín para solicitar su opinión sobre el caso, a lo que él contestó que solamente una saliva muy especial aplicada por un periodo de cuatro horas curaría el mal. Merlín también dijo que afortunadamente esa saliva podría ser encontrada en la boca de Lancelot.

El Rey Arturo mandó a llamar a Lancelot inmediatamente, quien por las siguientes cuatro horas chupó salvajemente los senos de la Reina. Lamiendo, mordiendo, apretando y manoseando los senos de la Reina, Lancelot hizo su sueño realidad.

Satisfecho, Lancelot se encontró horas mas tarde con Merlín. Como la misión de éste ya estaba cumplida y su libido estaba satisfecho, él se rehusó a pagar al consejero y encima se quedó indignado. Lancelot sabía que naturalmente Merlín nunca podría contar al Rey la verdad. Pero Lancelot había subestimado a Merlín.

Al día siguiente, Merlín para vengarse, colocó el mismo líquido en los calzoncillos del Rey, quien inmediatamente mandó a llamar a Lancelot.

Y el resto es historia...

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