24.4.07

Cusco, Cusco...

Bueno, sigue la historia…

Llegué sano y salvo al aeropuerto de Lima a eso de las 8:40 p.m. porque el vuelo se atrasó por una supuesta “avioneta” en el Juan Santamaría. Dentro del aeropuerto me encontré con la bella Rocío (otra historia aparte).

Era la primera vez en mi vida que ponía el pie en otra tierra que no fuera la linda y verde Costa Rica. Era extraño, diferente a lo que yo estaba acostumbrado, desde la sensación del calor que sentía hasta el olor del lugar era.

Mientras iba en el taxi observaba todo, las construcciones, las calles, el hecho de que no observaba ningún árbol… jaja era extraño.

Pero no pude ver mucho porque era de noche y al día siguiente el salíamos como a las 5:00 a.m. rumbo a Cusco. Tan solo tenía unas horas de haberme bajado de mi primer viaje y ya me estaba montando en otro avión.



Ya estaba más acostumbrado al viaje, solo que este avión que tomamos no estaba tan bonito como el de Taca, y sí daba la impresión de viejo y remendado jaja… y lo peor era que los vidrios estaban todos rayados y feos, pero bueno, no quedaba más.

Dentro del avión tuve otra experiencia, desde las alturas vi la nieve por primera vez en vivo y a todo color (bueno, blanca)… fue genial ver las montañitas con sus puntas blancas, me encantó. Yo parecía nuevamente un tarado como idiota pegado en la ventana viendo las montañas; y lo genial fue que no era solo una, sino que eran muchas.

Luego llegamos a Cusco, estaba haciendo frío y había llovido toda la noche, así que todas las calles estaban mojadas.

Cuando llegamos, me pareció que Cusco no era tan bonito como esperaba… pero con solo unos minutos de ir en el carro mi idea ¡cambió radicalmente! Entramos a la parte colonial y era simplemente genial.

Todo era súper bonito, las casitas, los locales comerciales, los locales de gobierno, los hoteles, las catedrales, las capillas, las plazas, ¡todo!

Llegamos al hostal “Chincana Wasi” que por cierto también era muy bonito. Al parecer era una casa de un antiguo inca. Ojalá algún día yo pudiera tener una casa así y en ese lugar.

Ese día, pasamos dando vueltas por las calles de Cusco, las cuales eran súper pequeñas y de piedra, simplemente genial (ya he dicho esta palabra mucho).

Describir Cusco es complicado, porque hay tanto, pero tanto, desde construcciones de la colonia, incas y modernas. El clima frío-fresco, definitivamente para conocer Cusco decentemente hay que estar como mínimo un mes (o más).

Cada calle, cada rincón, cada ladrillo, cada piedra, cada balcón, cada iglesia y la sensación de estar en un lugar tan bello es impresionante.

Hablar de cada lugar sería complicado, porque cada lugar merece una historia, así que en este post viajaremos directo al día en que me fui a Macchu Picchu.

Nos levantamos bien temprano, pero no lo suficiente ya que no pudimos desayunar para agarrar el tren rumbo a Aguascalientes. Subimos esa cuesta donde el tren va lento en zig-zag, lo cual fue tedioso y aburrido.

El tren iba hiperlento, y duramos como una hora y media más en llegar. Nuevamente, observaba paisajes nuevos.

Y contrario a lo que todo mundo piensa, cuando uno va a Macchu Picchu tiene que bajar, no subir. Cusco se encuentra a más altura que Macchu Picchu.

Llegamos a Aguascalientes donde nos esperaba nuestro guía. Mientras esperábamos que el guía se acomodara, me puse a tomar fotos. De pronto sucedió algo muy gracioso, definitivamente no podía faltar:

Estaba con la cámara y comencé a escuchar: “Vaaamooos, vaaaamooossss morados, que esta noooocheeee tenemos que ganar” y lógicamente volví a ver para todo lado y miré a un tipo de aspecto europeo a quien le pregunté: “¿De Costa Rica?” y me respondió que sí y se metió a la conversación una señora que me dijo “yo soy tica y el es suizo, pero vive en Costa Rica” y el señor agregó: “Además soy morado”… jajaja definitivamente, no podía faltar un morado.

Al fin, llegamos a Macchu Picchu que es espectacular. Si ya Cusco me había parecido genial, ahora estaba en un sitio el doble de fantástico.

Un lugar con tantos símbolos, construcciones, paisajes… los incas supieron buscar un lugar mágico, no en sus construcciones, sino el ambiente, las montañas, los paisajes.

Lo único malo y que no me gustó era que estaba lleno de gente. Muuucha gente por todos lados. No se podía tomar una foto sin que saliera gente. Siempre que quería tomar una foto alguien se me metía. Pero bueno, esto no fue suficiente para quitarle la magia al lugar.

Definitivamente, tengo que volver ahí, porque como el tren se atrasó no pude observar todo Macchu Picchu y me quedé con las ganas. Para conocer bien el lugar, uno debe quedarse el día anterior en Aguascalientes y salir con el primer autobús rumbo a las ruinas y pasar todo el día hasta que cierren el parque.

Nuevamente me extendí un poco, así que contaré más del viaje en otro post, más que todo de Lima que también tiene muchas historias a pesar de haber estado tan poco.

Por cierto, para ver las fotos entren acá.

16.4.07

Volar, volar...

Todo empezó con un miedo increíble por montarme al avión. Llegué tres horas antes como me solicitó la gente de Taca. Corrí, porque no estaba seguro de si me iban a dejar pasar el bulto como “maleta de mano” (llevaba muy poco, solo un bulto para todo el viaje) y entonces compré un candado que al final me salió carísimo, pero en fin, ya tenía mi candadito (al final me sirvió).

En el bus iba pensando: “Estoy haciendo una locura”. Iba súper asustado, no quería llegar al aeropuerto.

Llegué al aeropuerto y estaba un poco desubicado porque nunca había hecho estos trámites, pero tranquilamente me acerqué a Taca y ya había adelantado el “check-in” entonces todo fue muy rápido, además mi bulto pasó como “maleta de mano”, así que todo más sencillo.

Me fui a la revisión y a migración e igual, fue súper rápido y pregunté: "¿Ahora?" Y me dijeron que ya solo tenía que esperar en la puerta de abordaje.

Aún faltaban dos horas y media y pensé que iban a ser estresantes por el tiempo que tenía que esperar, pero todo tranquilo. Esto hizo que me calmara un poquito más y me puse a leer el periódico, por dicha también el celular me mantuvo distraído.

Después de un rato escuché el típico sonidito de los aeropuertos anunciando mi vuelo y me dirigí a la fila, entré al avión y me senté con una ansiedad increíble. Quería que saliera lo más pronto posible.

Todo para mí dentro del avión era nuevo, así que tocaba todo, vi todo, hasta leí el manual de seguridad del avión, todo me parecía muy interesante.

Luego de un rato de estar sentado, noté que nadie se sentaba a mi lado ni en los asientos de atrás ni en los de adelante, en fin, pensé que la gente iba a llegar tarde.

Me puse los audífonos mientras me quedaba viendo como idiota por la ventanilla y empezó a llover un poco.

Cerraron el avión y me di cuenta que muy pocas personas iban a tomar el vuelo y mejor para mí porque me podía acostar en todos los tres asientos.

El viaje se atrasó como treinta minutos por unas supuestas avionetas que estaban estorbando en la pista.

Estaba impaciente, quería que ese avión saliera, quería salir de esa incertidumbre de sentir la experiencia de volar, pero el tiempo pasaba tan lento.

Se escuchó la voz del piloto, que anunciaba que pronto empezaría el vuelo y solicitó a todos abrocharse el cinturón. Yo estaba todo feliz porque pensé que ya íbamos a salir, pero no, duramos como 10 minutos más que se me hacían eternos.

Al fin el piloto solicitó a la tripulación que tomaran sus posiciones y el avión empezó a caminar más rápido, ya yo estaba preparado, nervioso pero preparado, pero no… el avión no quería salir, dio como vueltas por todo el aeropuerto y no salía el cabrón.

Al final se puso en cierta posición y ¡salió al fin! Yo veía como poco a poco me pegaba al asiento del avión y el bicho tomaba velocidad y todo se movía más rápido y se empezaba a elevar. Fue grandioso, me encantó yo iba como idiota sintiendo esa sensación y estaba pegado a la ventanilla viendo todo.

El avión empezó a girar y yo iba reconociendo lugares, ahí estaba Forum, ahí estaba Multiplaza, ahí estaba ¡mi trabajo! Fatal, hasta mi trabajo reconocí desde el aire, como está al frente del Paseo de las Flores fue fácil identificarlo..

De un pronto a otro para mi desgracia, entramos en una nube la cual no salimos hasta como dos horas después.

Como iba tan cómodo y empezaba la película, agarré todas las almohaditas que estaban a mí alrededor e hice una camita en todos los asientos y me senté relajadamente a ver la película mientras miraba un espectacular atardecer desde las alturas.

En realidad volar fue bonito, me gustó mucho y veo que llevó escrito un poco y no he contado nada, así que creo que contaré la historia a partir del descenso en Lima en adelante para no cansarlos con un solo post que sin querer lo hice enorme.

Trataré la próxima de ser menos descriptivo.

3.4.07

Hace cinco años...

Increíble… mañana serán cinco años… hace cinco años estuve a punto de no estar.

Con el pasar de los años uno se va dando cuenta lo que significa un accidente de tránsito donde si no fuera por la atención inmediata de las personas que me atendieron en el momento, los operadores del 911, la Cruz Roja Costarricense, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Instituto Nacional de Seguros (INS) no estaría en este momento contando la historia.

Pasan los años, pasan situaciones y experiencias que no hubiera tenido el placer de disfrutar, pienso en todo lo que hubiera perdido y me doy cuenta todo lo que he ganado y hoy aún estoy más agradecido con todas esas personas he instituciones.

Y aunque no lo crea también estoy agradecido con todos ustedes que pagan todos los meses su seguro social, porque ni lo que he cotizado yo, ni mi papá, ni mi mamá, ni mi hermana hubiera alcanzado para pagar la operación que me salvó la vida.

Ahí es donde uno se da cuenta de la importancia de un seguro social, de la atención que me dieron, porque en el hospital tanto enfermeras, enfermeros y médicos, el trato fue excelente conmigo, al igual que el neurólogo del INS. No digo lo mismo de los paramédicos ni de la operadora del 911 porque no hablé con ellos, pero fijo hicieron un excelente trabajo porque estoy acá en este momento.

Muchas gracias a todos.

2.4.07

A dos días...

No puedo creerlo, ya estoy a dos días… Estoy súper emocionado pero esto del avión me tiene un poco nervioso.

Yo sé que no hay porque tener miedo, pero cuando una experiencia se da por primera vez siempre te causa un poco de miedo.

Lo más cómico es que leo el blog de Pattty y leo sobre su pésimo viaje con turbulencia durante varias horas, como dos veces vuelvo a ver un televisor y están dando videos de accidentes aéreos… jaja… que suerte…

Pero bueno, espero que todo salga bien (lo cual estoy seguro), pero espero un vuelo placentero para que no se me quite las ganas de seguir viajando por el exterior.

En el caso que no escriba mañana, nos vemos y espero traer muchas fotos e historias.

Asuuuu… rumbo a Perú…